“Las emociones no se aprenden por apuntes, hay que vivirlas”. Mar Romera, maestra.
- Carlos Olivas
- 13 sept 2018
- 2 Min. de lectura
(clic en la imagen para ver el video)
Mar Romera, licenciada en pedagogía y psicopedagogía, hizo una faena de arte docente ante un público nada fácil de imantar su atención: los jóvenes estudiantes y maestros de secundaria.
Su magistral ponencia se desarrolló sobre la importancia de las emociones en el quehacer educativo, en contraposición con los métodos tradicionales que se esmeran en abarrotar de contenidos los pensum académicos.
Ustedes dirán: ¿Y cómo hizo para fascinar la atención de los jóvenes sobre un tema difícil y escabroso hasta para los pensadores y metodólogos contemporáneos?
Muy fácil... Se valió de la narrativa de algunas historias y leyendas como: «el hombre que tenía un sueño», «el grano de maíz más premiado», «plantando un nogal» y «el arquero de la luna»; así como de las dinámicas de grupo: «puño cerrado, puño abierto» y «dónde está el norte».
Con ello explicó: Cómo desarrollar la inteligencia emocional en los niños, la importancia de controlar las emociones más que censurarlas, la diferencia entre autoestima y «autoconceptos», la clave del autoconocimiento, educar las emociones sin juicios de valor, la influencia de los métodos en las tres últimas generaciones, las virtudes que se deben desarrollar para ser un buen profesor, y la educación a la trascendencia.
Para la Academia de Ajedrez «Mentes Insignes» es un apostolado invitar a ver éste video de la «BBVA Aprendemos juntos», a los padres de familia y profesores, que estén dispuestos en apostar su futuro, su vida y trascendencia por sus hijos y alumnos, respectivamente; consabido de que redundará en muchos beneficios para quienes quieren ser cada vez más humanos, a través de una educación que se preocupe más por el «ser» que por el «saber» —indistintamente de la metodología— «para salvar al mundo».
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