
Ajedrez:
Herramienta psicopedagógica
Aumenta tus habilidades en los procesos cognitivos y socialización

Con sólo esas razones, bastaría para crear políticas de estado tendientes a introducir el ajedrez en las escuelas de primaria y secundarias, tanto más, cuando se ha comprobado que contrarresta la descersión escolar, el bajo rendimiento académico y los vicios sociales; pero el ajedrez tiene otro aditivo de mucha valía del que poco se ha profundizado al respecto, me refiero al «control de las emociones»: ese campo ingente que ha sido descuidado por los seres humanos, de ahí que nos encontramos con que el individuo desarrolla su capacidad intelectiva, como su capacidad volutiva, pero en el aspecto emotivo se ha quedado atrofiado.
Es por eso que argumentamos que el ajedrez no sólo es una herramienta pedagógica que facilita el aprendizaje de las matemáticas, los idiomas, las ciencias en las que una persona se apasiona e investiga de forma audidacta; sino que también es una herramienta psicopedagógica, ya que controla las emociones, el stress, las presiones del entorno social y familiar; y, bajo circunstancias desfavorables, aprende a tomar -con determinación- las decisiones correctas. Para llegar a ese estado clarividente, no bastaba sólo con el arte de pensar y la lógica, también tuvo que adherirse a la aptitud forjada por valores humanos y morales que le sostuvieran en la adversidad: la tolerancia, la perseverancia, la humildad, el positivismo, el pragmatismo, el pundonor... entre otros: son los valores que se desarrollan en el ajedrez, que eficientemente orientados por los tutores, se podrían explotar al máximo para beneficio de una sociedad que en la actualidad ayuna de valores.
n la actualidad, nadie niega que el ajedrez es una útil herramienta que desarrolla las habilidades de la mente humana, tales como: la memoria, la imaginación, el cálculo, la síntesis, el análisis, la toma de decisiones, la visión espacial y muchas otras más que en su momento disertaremos sobre cada una de ellas.